2. Clarence Gamble y la Pathfinder Fund

El magnate F. Gamble, eugenista declarado. Filántropo sumamente activo en la financiación de iniciativas antinatalistas dentro y fuera de EEUU, él mismo estuvo implicado en la organización de muchas de ellas. De hecho es uno de los primeros auténticos financiadores del control de la población en países poco desarrollados. En 1957 fundó la Pathfinder Fund para articular mejor tales actividades. La institución le ha sobrevivido, después de su muerte en 1966, y sigue operando en la actualidad como Pathfinder International, tras cambiar el nombre en 1991.

Sanger era una feroz promotora de la eugenesia. La revista editada por ella entre 1917 y 1938, The Birth Control Review ("Revista del Control de la Natalidad"), estaba llena de artículos favorables a la eugenesia. La misma Sanger y algunos de sus colaboradores expresaron su aprobación por las leyes de Hitler en Alemania sobre la esterilización obligatoria. La primera clínica para el control de la natalidad establecida por Sanger se encontraba en una zona pobre de Nueva York, donde vivían inmigrantes judíos y latinos, y fue financiada por personas del movimiento eugenésico. En una carta de 1939 de Sanger a Clarence Gamble, heredera de la empresa Procter and Gamble, ésta le proponía un plan para promover el control de la natalidad entre los negros. Es importante observar que C. Gamble fundó más tarde la organización Pathfinder Fund, que sigue sumamente activa en la promoción del control demográfico. En 1995 esta organización contó con un presupuesto de unos 43 millones de dólares, además de que cuenta con fondos del gobierno de EE.UU., o sea de nuestros impuestos, que financian un 92,5% de su presupuesto. Entre los años 1943 y 1945, se pueden encontrar en la documentación de Paternidad Planificada, la filial de la IPPF en EE.UU. fundada por Sanger, declaraciones a favor de la eugenesia como un "instrumento necesario" para evitar el nacimiento de niños que podrían convertirse en una "carga" para la sociedad.
Además de Sanger y Gamble, también podemos mencionar a Alan Guttmacher, vicepresidente de la Sociedad Eugenésica de EE.UU. (American Eugenics Society) y durante muchos años presidente de Paternidad Planificada. Tampoco se puede dejar de mencionar a John D. Rockefeller Sr., como también al Jr. y al III; los tres ayudaron al movimiento eugenésico. (John D. Rockefeller III es uno de los fundadores del Population Council, otra organización importante hoy en día en el control demográfico.) Otro miembro importante del movimiento eugenésico es Garret Hardin, de la junta directiva de la American Eugenics Society, y activista del movimiento ecológico a favor del control demográfico. En su libro publicado en 1993, Living Within Limits ("Viviendo dentro de unos límites"), Hardin considera al hombre como "un cáncer en la Tierra" -- excepto él mismo, claro. Los nazis llevaron la eugenesia hasta las últimas consecuencias al eliminar a los seres humanos que consideraban "inferiores" y al incentivar la procreación entre las personas que consideraban "modelos" de la raza aria.
El Dr. Alan Guttmacher dijo que los animales no humanos y hasta las bacterias, controlan su densidad de población de acuerdo a sus posibilidades alimenticias y a la disponibilidad de sus espacios. Las ratas del Artico llamadas lemmings, que son muy fértiles, cada cuatro años realizan una marcha mortal, donde los suicidas se lanzan al mar para prolongar la especie y las condiciones de vida de las que quedan. Lamentablemente, en los humanos no sucede eso. Como entes con libre albedrío y espíritu, no sólo deben proporcionar a sus hijos comida y espacio, sino formación ética, mental y ecológica también, y esto no está sucediendo. Los padres, por las necesidades económicas no están en sus hogares y los hijos quedan solos, a la deriva.
En 1973, el Dr. Alan Guttmacher, dirigente de la PPFA, predijo lo siguiente: “El único camino que tienen la Federación Internacional de Planificación de la Familia y sus aliados, para ganar la batalla del aborto a petición es la educación sexual”.

Clarence Gamble era hijo de David Gamble y nieto de James Gamble, el cofundador de la famosa y próspera empresa Procter and Gamble. Clarance nació en Avondale, un barrio de Cincinnati, Ohio, el 10 de enero de 1894. Era el menor de cuatro hermanos, y nació cuando sus padres no esperaban tener más hijos, pues su madre, Mary Gamble, tenía treinta y nueve años y su padre, David, cuarenta y siete. Un comienzo interesante para un hombre que adoptaría como lema para sus esfuerzos de promoción del control de la natalidad el eslogan: “Cada hijo, un hijo deseado”.
La familia Gamble se definía por la ética protestante del trabajo. Al igual que los primeros puritanos, evitaban la ostentación y los padres se aseguraron de que sus hijos aprendiesen a gestionar sus recursos económicos manteniéndoles muy cortos de dinero. Sin embargo, dentro de su sobriedad, la familia Gamble hacía generosas donaciones a todo tipo de instituciones benéficas, tomándose así con la mayor seriedad la prescripción bíblica de dar limosna.
Clarence se sentía incómodo con la riqueza. Ya en los últimos años de su adolescencia, le horrorizaba pensar que otros creyeran que no tenía mérito alguno por sus logros porque éstos se debían a haber nacido en una cuna más que desahogada.
Como había sucedido con todos los Gamble hasta entonces, Clarence daba por supuesto que se dedicaría a trabajar duramente y a salir adelante por sí solo. Quizás en buena parte para evitar que le pudiesen acusar de que se estaba limitando a meterse en la empresa de la familia, Calrence Gamble decidió estudiar Medicina y hacerse un hombre en un campo sin relación con la industria de los Gamble. Entonces, en su vigésimo primer cumpleaños, recibió una carta de su padre:

Querido Clarence: en honor a tu llegada a la mayoría de edad, tu madre y yo te trasferimos las acciones que se detallan en adjunto. Esperamos que seas capaz de utilizar bien esos recursos. Sólo tenemos una petición que hacerte, y es que contribuyas con al menos una décima parte de los ingresos a la Iglesia y a otras instituciones de caridad. Con cariño, tu padre.

El valor de las acciones ascendía a un millón de dólares, una suma increíble en 1915, tan enorme que Clarence no tendría necesidad de trabajar sino que podría vivir de forma bastante holgada sólo con los intereses. En ese momento, cobraba 85 dólares al mes. Hizo un rápido cálculo y llegó a la conclusión de que los dividendos que produciría un millón de dólares en acciones le generarían al menos 160 dólares al día.
La decisión no fue difícil: “dejé mis 85 dólares al mes y me dediqué a gozar de la liberación de la ronda diaria de trabajo de oficina”. Esto no significaba que estuviese decantándose por una vida de holganza. Seguía decidido a convertirse en médico. Ese otoño fue a Princeton para comenzar el programa de licenciatura de Biología, en el que destacó como el primero de su promoción. De allí fue a harvard y se licenció en medicina en 1920, siendo el segundo de su promoción. Estos considerables esfuerzos no podrían ser atribuidos al hecho de ser heredero de la fortuna de los Gamble.
En Harvard, Gamble era un modelo de ejemplaridad: asistía a la iglesia todos los domingos, dirigía una tropa de boy scouts, ayudaba a muchachos pobres que habían abandonado la escuela y colaboraba con un club de ex alcohólicos. En comparación con las desordenadas vidas de Margaret Sanger y Alfred Kinsey, el modo de vida de gamble era un modelo de respetabilidad. Sin embargo, como veremos, su incesante cruzada por el control de la natalidad le sitúa, junto con Sanger, como una de las dos personas más importantes en la formación de la cultura contraceptiva de hoy en día. En la medida en que los esfuerzos de Gamble se concentraron especialmente en la investigación y el desarrollo, y luego en la efectiva difusión del control de la natalidad, posiblemente se sitúe incluso por encima de Sanger.
El interés de Gamble por el control de la natalidad no surgió, como en el caso de Sanger, de una preocupación por la construcción de una nueva civilización de libertad sexual. La obsesión de Gamble por el desarrollo y la difusión del control de la natalidad tuvo su origen, en gran parte, en su arraigada tendencia filantrópica. Verdaderamente pretendía ayudar a mujeres en situaciones desesperadas. Pero había más: la pasión de Gamble por el control de la natalidad también procedía de una característica que tenía en común con Sanger: la pasión por la eugenesia.
En lo que hace a su inclinación eugenésica, quizás la más interesante atalaya desde la que extraer información con respecto al pensamiento de Gamble sea la observación de su propia familia. Clarence se casó con Sarah Bradley el 21 de junio de 1924. A diferencia de todos los promotores del control de la natalidad, los Clarence tuvieron una familia relativamente grande. Planeaban tener seis hijos y los habrían tenido si Sarah no hubiese perdido el último. El hecho de tener cinco niños, los situó en una posición absolutamente excepcional con respecto a otros miembros del movimiento por el control de la natalidad.
Pero con eso los Gamble no actuaban en contra de sus convicciones. Creían firmemente en lo de “cada hijo, un hijo deseado”, y ellos deseaban tener seis, aunque no sólo por amor a la familia. Al igual que Darwin, Haeckel, Galton y muchos otros pioneros de la eugenesia, Gamble estaba convencido de que los mejores se reproducían poco y los peores demasiado. Estaba decidido a rectificar ese desequilibrio entre los aptos y los no aptos, tanto haciendo su propia contribución a una buena reserva eugenésica con su amplia familia como limitando la reproducción de los menores aptos a través del control de la natalidad.
Con respecto a su deseo de que los más aptos se reprodujesen más, durante la Segunda Guerra Mundial Gamble fue el principal impulsor de un programa entre las universidades de la Ivy League que pretendía animar a sus graduados a reproducirse más, concentrándose especialmente en su alma máter, Princeton y Harvard. Gamble pretendía elaborar estadísticas de natalidad universidad por universidad a fin de promover una especie de “competición de cigüeñas”, y creía que el otorgamiento de diversos honores y premios a los antiguos alumnos conseguiría promover una mayor procreación entre los más aptos. Un programa tal, sostenía, contribuiría a dar la vuelta al “suicidio racial” de los anglosajones protestantes blancos, originado por la inadecuada procreación de los mejores, Naturalmente, todo se basaba en el presupuesto de que una licenciatura universitaria era una señal clara, si no absolutamente segura, de una natural superioridad intelectual. Por desgracia, al menos por lo que hace a los planes de Gamble, eran siempre las universidades mormonas y católicas las que superaban a sus favoritas, las protestantes de la Ivy League.
En el otro extremo del abanico de prácticas eugenésicas, Gamble fue un firma proponente de la reducción de las tasas de natalidad de los no aptos no sólo a través del control de la natalidad sino también a través de la esterilización. Como ponen de manifiesto sus biógrafos Doone y Creer Williams,

(…) durante algunos años intentó suprimir las formas hereditarias de retrasos y enfermedades mentales mediante la promulgación de leyes estatales que impusiesen la esterilización forzosa de esos pacientes. Con frecuencia escribió y disertó a favor de la esterilización, convirtiéndose en uno de los más tempranos divulgadores de la vasectomía al varón considerado no apto para convertirse en padre”.
Si echamos un vistazo a su obra Human Sterilization: Tecniques of permanent conception control (Esterilización humana: técnicas permanentes de control de la natalidad) de 1950, el lado oscuro eugenésico de la filantropía de Gamble se hace evidente. Gamble escribió este folleto conjuntamente con el doctor Latou Dickinson, otro firme defensor del control de la natalidad y ligado a Alfred Kinsey, que quizás incluso fue la influencia decisiva para conseguir que Gamble dedicase su vida a la “Gran causa”. El párrafo inicial es digno de ser trascrito íntegramente:

“Rescatar a la humanidad del abismo de la fertilidad perjudicial no es problema sencillo. Durante un millón de años la Dama naturaleza se dio cuenta de que no podía desarrollar a su pueblo simplemente mediante la selección para la supervivencia de los más prolíficos, los más fuertes y los más inteligentes, a pesar de que tenía un planeta entero como laboratorio y a todas las razas para experimentar con ellas. En nuestro tiempo, a pesar del aumento de población, producto de la limitación de las epidemias y la atención a los débiles, nuestros esfuerzos organizados dirigidos a promover la procreación de calidad en lugar de la de cantidad sólo llevan tres décadas desarrollo activo (es decir, básicamente 1920-1950), y todo ello haciendo frente a una fuerte oposición. En efecto, las señales que indican que los niveles de inteligencia están declinando nos han movido a formular programas para remediarlo”.

No es difícil ver aquí las líneas argumentales que tienen su origen en Darwin. Con la selección natural, los mejores se reproducen más. La medicina y la higiene moderna han tenido el efecto negativo de eliminar las técnicas purificadoras e inmisericordes de la selección natural. El resultado ha sido tanto la superpoblación como la contaminación de la reserva genética por los menos aptos. Para reequilibrar la balanza, debemos introducir métodos artificiales que limiten la procreación de los no aptos e incrementen la procreación de los aptos.
De este modo, “para desarrollar la clase mas deseable de cuidados es necesario proporcionar a los mejores candidatos ayudas a la fertilidad cuando las necesiten y limitar la descendencia de los débiles mentales y de los que ya hayan traído al mundo todos los hijos a los cuales puedan atender”.
Si bien algo se ha avanzado en los intentos de la sociedad “pro reducir la productividad” de los débiles mentales mediante la “segregación”, tales avances únicamente han proporcionado remedio “para una pequeña fracción de la necesidad”. Dado que no existe suficiente espacio en esas instituciones, algunos de los débiles mentales deben ser liberados en la sociedad. Esto no supone un problema en tanto en cuanto reciban el entrenamiento necesario para sostenerse a sí mismos, pero incluso si están “así equipados”, solo pueden ser liberados si “están salvaguardados a través de la esterilización frente a la producción de más defectuosos”. “Tal salvaguarda debería estar legalmente impuesta para los defectuosos mentales para los cuales no hay espacio suficiente en nuestras instituciones”.
Aunque el lenguaje es más bien etéreo, no es difícil darse cuenta de que al hablar de “legalmente impuesto” Dickinson y Gamble querían decir esterilización forzada, dado que posteriormente citan con aprobación a los “27 estados” que establecieron la esterilización “sufragada por el Gobierno de los defectuosos mentales o de los psicóticos”.
En el contexto de este espíritu eugenésico, Dikinson y Gamble pasaban a describir minuciosamente en su folleto diversos procedimientos de esterilización permanente. En le resumen final del trabajo, titulado “la responsabilidad del médico”, Dickinson y Gamble afirmaban: “El campo de la esterilización incluye tanto a todos aquellos que debido a su condición hereditaria física son totalmente no aptos para tener hijos, como aquellos padres para los cuales otro hijo sería una decisión equivocada o un peligro real, como a los que carecen de inteligencia o tenacidad para utilizar otros medios de control”.

“Hasta ahora las naciones han tenido como uno de sus principales objetivos el mero incremento del número de ciudadanos. La nueva perspectiva mundial tiene como fin la elevación de la calidad de sus ciudadanos y el incremento del bienestar de la familia, la comunidad y la nación. Para este objetivo, la limitación de los completamente no aptos es un expediente claramente necesario”.

Como sucede con la mayoría de los defensores del control de la natalidad en la primera mitad del siglo XX, podemos ver en Dickinson y en Gamble que su pasión por el control de la natalidad era una mezcla de compasión por los que sufren y de una fuerte tendencia eugenésica a eliminar a los no aptos, para así elevar tanto la calidad de vida como la calidad de la reserva genética humana. Después de que las atrocidades de los nazis en lo que hace a la eugenesia saliesen a la luz tras la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los defensores de la “planificación familiar” abandonaron la promoción directa de la eugenesia y (al menos públicamente) se concentraron sólo en la compasión.
Curiosamente, aunque eran conscientes del daño que el apoyo abierto a la eugenesia podría acarrear a su causa en 1950, Dickinson y Gamble negaron cualquier conexión entre su promoción de la esterilización eugenésica y la de los nazis, incluso a pesar de que quitaban importancia a la gravedad real del programa eugenésico nazi. En el apéndice del panfleto, y en un tipo de letra muy pequeño, subrayan que:

“(…) la bibliografía alemana (sobre esterilización) es voluminosa, tanto la que se refiere a la herencia, a sus leyes, a los procedimientos quirúrgicos o a los radiológicos (…) Después de treinta años de investigación por parte de autoridades eminentes sobre la eugenesia como Rudin y Lenz, se determinó que la proporción de débiles mentales se elevaba alrededor de uno de cada 170. La inclusión de todos los afectados por desórdenes mentales y físicos absolutamente hereditarios y gravemente perturbadores de la vida de la comunidad incrementó la estimación a uno de cada 110”.

Por supuesto, como hemos visto en el capítulo sobre Haeckel, fueron esos cálculos los que constituyeron el fundamento de los programas eugenésicos nazis, que no sólo condujeron a la esterilización de los mismos. Probablemente Dickinson y Gamble consideraron que esta estimación del número de los no aptos para procrear era ajustada, porque seguidamente afirmaban: “Existen datos de Suecia, Suiza, Holanda y Dinamarca que confirman tal proporción”. Aplicar a Estados Unidos tal proporción sobre una población de 100 millones significaría que habría 909.000 personas consideradas no aptas para procrear y, por tanto, aptas para la esterilización, voluntaria o forzada. Para la actual población de Estados Unidos, eso supondría la esterilización de más de 2,6 millones de “defectuosos”.
Bien porque no fuesen conscientes de lo que realmente sucedía en los programas eugenésicos alemanes, bien porque fuesen excesivamente ingenuos con respecto a la conexión de esos programas con sus propias ideas, Dickinson y Gamble afirmaban: “La esterilización eugenésica alemana, que se comenzó a practicar en 1934, era obligatoria, pero la ley establecía requisitos muy precisos. Las recomendaciones que se presentaban ante los 203 Tribunales Hereditarios venían precedidas de historias clínicas y exámenes muy elaborados. Esos tribunales estaban compuestos por tres jueces: un juez de distrito, un funcionario público de sanidad y un especialista médico, y en sus procedimientos se contaba con las declaraciones de peritos. Existían 26 tribunales de apelación”. El final feliz: a lo largo de un período de tres años se recomendó la esterilización forzada de 225.000 personas, y los registros muestran que, de las 87.000 operaciones realizadas en los primeros quince meses “casi la mitad se prescribieron por causa de debilidad mental”. Está claro que aprobaban los resultados; es, por tanto, difícil creer que ignoraban los medios a través de los cuales se obtuvieron esos resultados.
Tanto Dickinson como Gamble parecían pensar que esa barreras burocráticas tan cuidadosamente erigidas habrían eliminado la posibilidad de esterilizaciones injustas, incluso a pesar de que precisamente ese mismo tipo de “salvaguardas” burocráticas eran las que existían en las ejecuciones eugenésicas de los nazis. La misma burocracia se ocupaba de uno y otro aspecto del programa eugenésico, precisamente porque la esterilización y la exterminación eugenésicas eran para los nazis partes de un único traje eugenésico sin costuras. Cerrando absolutamente los ojos a estas conexiones, Dickinson y Gamble acaban su folleto con la afirmación verdaderamente aterradora de que “las ejecuciones secretas mediante cámara de gas que se realizaron más tarde durante la guerra para los casos más graves de determinados defectos mentales, tales como la idiocia profunda, difícilmente pueden englobarse dentro de estas políticas de esterilización; éstas fueron interrumpidas a causa de las protestas públicas”.
Pero de nuevo, igual que Clarence Gamble no era un revolucionario sexual al estilo de Margaret Sanger, tampoco era un proponente a lo Haeckel de una eugenesia abiertamente brutal. Más bien podría describírsele como un hombre con buenas intenciones que no se dio cuenta de que esas buenas intenciones abrían camino el libertinaje sexual de Sanger y a la brutalidad de Haeckel. Tenía pasión por la beneficencia, y eligió el control de la natalidad como la causa sobre la cual derramar sus considerables energías y su riqueza, sin ver con la claridad de Sanger y Haeckel adónde le llevarían esas obras.
Si centramos nuestra atención en la carrera de Gamble como campeón del control de la natalidad, descubrimos que siempre hizo exactamente lo que consideraba mejor. Como tenía el dinero necesario para hacer lo que se le antojase, no estuvo lastrado por la burocracia ni por la necesidad de pedir ayuda económica.
Su modo de trabajar – fuese en Estados Unidos o cualquier otro país – era enviar a un “trabajador de campo” a un área particular que él consideraba prometedora. Este trabajador de campo cobraba su sueldo directamente de Gamble, y sólo respondía ante él. Este misionero electo del control de la natalidad, siempre una mujer con empuje, montaba una clínica y se dedicaba a vender puerta a puerta la importancia del control de la natalidad. Gamble le proporcionaba su salario y los aparatos para el control de la natalidad cuya efectividad pretendía probar. La responsabilidad del trabajador de campo era suscitar el interés entre los “nativos” acerca de cualquier forma de control de la natalidad que Gamble desease probar y proporcionar datos exhaustivos sobre las tasas de efectividad. Posteriormente Gamble publicaba esos resultados.
Comenzó durante la Gran Depresión y, siguiendo siempre el mismo modus operando, actuó en Pennsylvania, Ohio, Michigan, Kentucky, Carolina del Norte, Puerto Rico, Japón, India, África e Italia, entre otros lugares. Su plan era siempre el mismo: facilitar el dinero necesario para los comienzos, suscitar el interés y luego exigir que los ciudadanos locales dotasen y gestionasen sus propias clínicas.
Una dificultad con la que Gamble tuvo que enfrentarse una y otra vez fue que con frecuencia los “nativos” no blancos tenían la impresión de que lo que el “hombre blanco” buscaba en realidad era reducir la población de no blancos más que prestarles ayuda efectiva. En más de una ocasión, Gamble y sus colegas del control de la natalidad fueron tratados con gran recelo, incluso con hostilidad, especialmente en lugares en los que los nativos habían tenido una larga historia de enfrentamientos con el imperialismo blanco o con la esclavitud. El apoyo abierto de la eugenesia por parte de Gamble, especialmente su insistencia en limitar la procreación de los “no aptos”, no contribuía precisamente a tranquilizarlos sobre la rectitud de sus motivos.
Como un ejemplo de tales dificultades tenemos la muy famosa carta dirigida por Gamble a Margaret Sanger, escrita en noviembre de 1939, que Gamble tituló “Sugerencias para el Proyecto Negro”. Para evitar las suspicacias de que se estaba promoviendo el control de natalidad entre la población negra como otra forma de supremacía blanca, Gamble sugería a Sanger que situase a líderes negros en posiciones en las que pareciera que estaban al mando: que contratara a un clérigo negro para predicar el evangelio del control de natalidad como una forma de resurgimiento religioso, y a un médico y una enfermera negros para administrar los métodos de control de natalidad t realizar el seguimiento. Sanger, en una carta escrita en diciembre de ese mismo años, se mostraba de acuerdo: “No queremos que se extienda la idea de que pretendemos exterminar a la población negra, de modo que un religioso es la persona adecuada para apartar esa idea si en algún momento se le ocurre a alguno de sus miembros más rebeldes”. Por su puesto, la exterminación abierta no era su objetivo; más bien, lo que deseaban era la reducción significativa de la futura “población negra”.
Debido tanto a la compasión como a su propia convicción eugenésica, a Gamble le interesaba especialmente desarrollar métodos efectivos de control de la natalidad para los pobres y los ignorantes. Su método favorito durante la primera mitad del siglo XX era una esponja empapada en una solución salina que se insertaba en la vagina antes del coito. Cuando aparecieron en escena el DIU y la píldora, a mediados del siglo, Gamble los recibió con los brazos abiertos y comenzó a distribuirlos por todas partes, siempre insistiendo a sus trabajadores de campo en que guardasen estadísticas detalladas sobre su uso y sobre las tasas de embarazo.
Es interesante constatar cómo el enfoque tan directo de Gamble le provocó continuos enfrentamientos con el otro gran proponente del control de la natalidad, la Internacional Planned Parenthood Federation (Federación Internacional de Control de la Natalidad, IPPF). Si bien Gamble parece que se llevaba bien con la misma Sanger, con la que mantuvo una continua correspondencia durante muchos años, los burócratas profesionales de la IPPF se mostraban recelosos ante el completo desprecio de Gamble por las estructuras organizativas, el seguimiento de órdenes y los esfuerzos coordinados. Dada su fortuna y sus propias disposiciones personales, Gamble estaba bastante habituado a hacer exactamente lo que consideraba oportuno en el preciso momento en que lo consideraba oportuno. Nunca cambió.
Su enfrentamiento con la IPPF llegó a hacerse tan agudo que en 1957 Gamble puso en marcha el Pathfinder Fund, su propia organización internacional para la promoción del control de la natalidad. En contraste con los enredos que le suponía su trato con la IPPF, el Pathfinder Fund era una organización internacional que simplemente llevaba a cabo la voluntad de Gamble utilizando su propio dinero. Dado que no tenía que pedir dinero a nadie ni dependía de subvenciones, su trabajo internacional para el establecimiento del control de la natalidad careció de lastres de un modo que la IPPF sólo podía envidiar.
Una de sus grandes “victorias” fue la introducción del control de la natalidad en Italia a través del Pathfinder Fund. Esta “victoria” es un exponente claro de la íntima contradicción que existía en el fundamento de sus esfuerzos. Una vez más, hay que reconocer que el mismo Gamble, especialmente si se le compara con alguien como sanger, en muchos aspectos era un modelo de respetable americano protestante medio en lo tocante a la moralidad sexual. Al igual que muchos otros protestantes bien intencionados de la primera mitad del siglo XX, Gamble entendía que el control de la natalidad era algo que únicamente tenía que ver con la vida conyugal, y no algo que promoviese la libertad sexual fuera del matrimonio, al estilo de lo que promovía Margaret Sanger. Pero como advirtió el papa Pablo VI, autor de la encíclica Humanae Vitae, las dos no podían separarse: la existencia de un control de la natalidad cada vez más efectivo llevaba consigo la liberación de todas las restricciones sobre la sexualidad.
Por supuesto, Gamble era consciente de que la oposición más poderosa frente a la aceptación generalizada del control de la natalidad procedía de la Iglesia católica. Por eso consideraba que la más dulce de las victorias sería introducir el control de la natalidad en Italia, a las mismas puertas del Vaticano, en la ciudad de Roma. Tal y como escribió en una de sus cartas, describiendo su batalla en pro de la legalización del control de natalidad en Italia: “(…) es verdaderamente excitante tener el centro (de control de la natalidad) abierto a la sombra del Vaticano”.
A fin de hacer posible este golpe, Gamble reclutó el matrimonio formado por Luigi y Maria DeMarchi. Los DeMarchi, especialmente Luigi, Fueron los Sanger del movimiento italiano por el control de la natalidad; esto es, consideraban el control de la natalidad como un modo de abrir las puertas a una completa libertad sexual, más que (como en el caso de Gamble) una vía para que las parejas casadas limitasen el tamaño de sus familias. Gamble estaba dispuesto a hacer la vista gorda sobre este aspecto de los DeMarchi, en tanto en cuanto fuesen capaces de conseguir el objetivo de poner en marcha y llevar a término una campaña para derogar las leyes italianas contra la anticoncepción. A través de los esfuerzos de los Demarchi, Gamble prevaleció, y en 1971 las leyes contra la contracepción italianas fueron derogadas por los tribunales.
Parece que Gamble creía que los libertinos sexuales podían ser una ayuda útil, pero en última instancia poco importante, en la tarea de difundir el control de natalidad para usos “legítimos”. En estos, es representativo de las buenas intenciones de las grandes Iglesias protestantes, las cuales, una tras de otra, echaron por tierra el tradicional rechazo cristiano al control de natalidad y se aliaron con organizaciones como Planned Parenthood. Fuesen cuales fuesen las intenciones originales, la separación entre el placer y la procreación en la relación sexual a través del control de la natalidad dio lugar, en un corto periodo de tiempo, a una cultura de libertad sexual como la que tenían en mente Sanger y DeMarchi. Es más, la aceptación de los aspectos placenteros de la sexualidad y el simultáneo rechazo de sus aspectos procreadores acabó necesariamente derivando en una cultura que abraza el aborto. Ésta es la cultura de Planned Parenthood.
Gamble murió en 1966. Su legado sigue vivo en el Pathfinder Fund, que es hoy una especie de organización hermana de la IPPF que proporciona no sólo métodos de contracepción, sino abortos por todo el mundo, difundiendo así la Cultura de la Muerte bajo el velo de la compasión.

Gamble: first "pathfinder"

Nacido en 1894 en Cincinnati, Gamble se graduó de Princeton en 1914 y recibió un título de médico de Harvard en 1920,3 A mediados de los años 1920, Gamble inició amistad con pro-contraceptionist Dr Robert Dickinson y la señora Margaret Sanger, fundadora de la American Nacimiento Control Liga, el padre de la actual Planificación de la Familia de la Federación de America.4 Gamble el hijo de Richard, quien fue presidente de Pathfinder en la década de 1970, el trazado de su padre el interés en el control de la población de vuelta a 1924, cuando se reunió por primera vez Gamble Dickinson, que instó a la joven millonario de "adoptar Hasta el trabajo. "5 Como resultado de las asociaciones con Sanger y Dickinson, naturalmente Gamble gravitaron en lo que se convertiría en su vida el trabajo de más de un período de 40 años: el control de la población, la eugenesia, y la investigación de anticonceptivos.
A lo largo de su carrera, Gamble fue un campeón de la esterilización y el aborto inducido luchado por la legislación que obliga a la sala de esterilización mental de los pacientes y la realización de vasectomías en "no aptos" los hombres. De este modo, trató de eliminar las formas hereditarias de la enfermedad y el retraso. Escribió más de 100 artículos para revistas médicas y científicas. Casi todos los artículos en cuestión diversos métodos anticonceptivos y dispositivos, espermicidas, óvulos vaginales, espumas, jaleas, polvos, diafragmas, píldoras, DIU, etc. como Gamble solicita continuamente nuevos y mejores anticonceptivos en el curso de su búsqueda de la "perfecta" uno.
De 1923 a 1938, enseñó Gamble hizo la investigación y farmacología en la Universidad de Pennsylvania Escuela de Medicina. Si bien ayudó a inventar un estetoscopio eléctricos que emiten sonido por el altavoz del corazón y los pulmones, tal vez el único ejemplo de la no-1933, Gamble fue elegido presidente de la Federación de Control de la natalidad Pensilvania, un estado Margaret Sanger filial de la Liga Americana Control de la natalidad. Desde esa posición, Gamble avanzada para convertirse en un miembro de la Liga de la junta de directores.
En diciembre de 1937, fue nombrado Gamble "Medical Director" de Sanger de Control de la natalidad de Investigación Clínica de Mesa y al mismo tiempo se convirtió en un miembro de la junta editorial de asesoramiento de la Mesa del Diario de Contracepción, 8 un vehículo de propaganda para Sanger del control de la natalidad y eugenesia programa .

Gamble in North Carolina

En 1937 Gamble realizó la financiación de un programa que suministran "información de control de la natalidad a los nativos de la densidad de población pequeña isla de Bocagrande, frente a la Florida Everglades." 9 La enfermera a cargo del programa, Miss Frances Pratt, la nostalgia por su nativa de Carolina del Norte , Interesados Gamble en ese estado como un buen lugar para probar y demostrar su métodos anticonceptivos. Gamble se acercó a la Junta Estatal de Carolina del Norte de la Salud con una oferta que encontró demasiado bueno para negarse: él personalmente fondo por un año un proyecto para proporcionar anticonceptivos, bajo los auspicios del Estado, a los ciudadanos indigentes, el pago de los anticonceptivos y el sueldo de un "Consultor de la enfermera," Miss Pratt. Miss Pratt por lo tanto, hizo su camino de regreso a Carolina del Norte y ha Gamble todo el estado como un laboratorio en el que poner a prueba sus ideas, cuando Carolina del Norte, el 15 de marzo de 1937, se convirtió en el primero de los cuarenta y ocho estados de patrocinar a un departamento de salud el control de la natalidad Programa. Carolina del Norte cuando el plan se puso en marcha, había sólo tres (privado) de control de la natalidad clínicas en el estado; a finales de 1938, con el respaldo Gamble, el Estado ha creado 56. En ese momento, con menos del 3 por ciento de la población del país, Carolina del Norte tuvo el 13 por ciento de la nación clínicas de control de la natalidad. A mediados-1939 el número de clínicas de control de la natalidad en Carolina del Norte ha aumentado a 62, segundo sólo a Nueva York.
Modestamente (o era miedo a las repercusiones?) Gamble escribió un editorial de El Diario de la anticoncepción de alabar a Carolina del Norte "inteligente y progresista" de anticonceptivos programa completamente escondidos mientras que su propia implicación con el proyecto. Gamble ofreció su "felicitación al Estado... marcado para este avance pionero en la labor de salud pública," en efecto sí las de la parte posterior.
Los anticonceptivos que Gamble proporcionada a la de Carolina del Norte fue clínicas "de espuma, polvo y esponja", elegido por su facilidad de uso ya que cada montaje no era necesario, y especialmente para Gamble interés en el método. En el momento Gamble está experimentando con diferentes polvos de espuma, incluidas las de su propio personal, y ahora él podría determinar la eficacia del método y de la seguridad.
Prospectivo de los pacientes habrían sido seleccionado "sobre la base de una clara indicación médica", que podrían ser no más que el hecho de "haber soportado hasta cuatro hijos", o "la mujer en muy malas circunstancias económicas... [tener] dos O tres hijos en rápida sucesión ". En este último caso, dos médicos de Carolina del Norte que participan en el proyecto se indica que un "cuidado [médico] la historia y examen por lo general revelan pruebas suficientes de la mala salud a la maternidad un riesgo cierto". Uno de los dirigentes de los anticonceptivos proyecto, el doctor Roy Norton, en una franca admisión, señaló que la "estricta indicación médica", supuestamente necesaria para la inscripción de un paciente en el programa "son lo suficientemente elásticas" a fin de no negar el servicio a "los que Merecedores ", a saber, de Carolina del Norte la población indigente, en especial sus negros.

Racismo Y EUGENESIA

La abiertamente racistas y eugenésicas naturaleza del proyecto así se puso de manifiesto en una anécdota tantas veces le dijo acerca de un local de "funcionario de salud [que] no cree que su país necesita la anticoncepción. Se le pidió a verificar sus estadísticas vitales. Cuando se descubrió que la Eran negros representan el 85 por ciento de los nacimientos que rápidamente cambió de opinión. "
Aún más abrumador fueron las observaciones del doctor George M. Cooper de la Junta Estatal de Carolina del Norte de la Salud y director del nuevo proyecto de anticonceptivos, que en la introducción de Clarence Gamble orador a una reunión de la North Carolina Asociación de Salud Pública, dice que el proyecto Fue diseñado para promover un "positivo cría de mejor familia los niños... y la contención de la cría de los indeseables".
En su discurso, Gamble dijo a los reunidos los oficiales de salud pública que "entre los servicios de que [ellos] pueden dar, el de [suministro] de control de la natalidad es de la mayor importancia." Gamble explicó su declaración: si "salvar una vida carcinomatosas [ellos] probablemente han rescatado dos décadas de existencia o menos" y en el caso de la sífilis "una cura puede mejorar tres o incluso cuatro décadas de la vida", mientras que con la difteria "cinco Mayo décadas cuelgan en la balanza. Pero con la anticoncepción, es posible... para que un niño no deseado para evitar toda una vida de los infelices, insalubres alrededores". Gamble lo resumió: "¿Puede cualquier problema médico más importante?" 17 Gamble pesaba en su propio eugenesia con los comentarios al señalar que "lamentablemente" el aumento de la población de Carolina del Norte fue, al parecer, no viene "de los niveles más inteligente", sino más bien de Los "desfavorecidos" de clase. Gamble le dijo a su audiencia que estaban "en una posición estratégica... Carolina del Norte para mejorar la siguiente generación de la corrección de la presente indeseable diferencial de la tasa de natalidad ...."
The "negro project"

En 1939, Margaret Sanger de la nueva Federación de Control de la natalidad de América, una fusión de la Liga Americana Control de la natalidad y su brazo de investigación, el Control de la natalidad Investigación Clínica Mesa, diseñó un "Proyecto Negro", que trató de lograr una importante reducción de la tasa de natalidad entre los Negros de América. Ese resultado, de acuerdo con los objetivos del proyecto, ayudaría a resolver el problema de la pobreza del Sur Negro. Según la propuesta de proyecto, la creencia generalizada de que fue escrita por Gamble, "La masa de los negros, especialmente en el Sur, sigue siendo la raza de forma descuidada y desastrosamente, con el resultado de que el aumento de [la población] de los negros... es de la parte... Menos inteligente y apropiado, y menos capaces de criar niños bien ".
El proyecto fue contratar a tres o cuatro ministros de color, preferiblemente con antecedentes de servicio social, y con la participación de personalidades "para viajar a través de la propaganda y del Sur para el control de la natalidad. Como la propuesta del proyecto declaró: "El mayor éxito educativo Negro enfoque de la religión es a través de un recurso de casación."
En una carta a franco notablemente Gamble, Sanger escribió que "No queremos salir a la palabra que queremos exterminar a la población Negro y el ministro es el hombre que puede enderezar idea de que en caso de que se produzca alguno de sus más rebelde Miembros".
Gamble, a su vez, propuso que los ministros de obtener la ayuda de los médicos y negro intento de organizar un "Comité de Control de la natalidad Negro" en cada comunidad. En un memo privado en relación con el "Comité Directivo de color," Gamble escribió que "Existe un gran peligro de que [el proyecto] fallará porque los negros parece que un plan de exterminio. Por lo tanto vamos a dejar que aparezca el color ejecutarlo..."
A pesar Gamble profeso preocupación por la salud y el bienestar de los indigentes negros fue la orientación, que se enfrentaron con el Sur de Carolina del Director de Salud Pública que querían proporcionar los servicios generales de salud, junto con el programa de anticonceptivos siendo empujadas por Sanger y Gamble. Gamble Sanger escribió que él no quería que sus fondos que se "diluye con mucho trabajo de la salud en general."

Out of North Carolina, on to Puerto Rico

A pesar de todo el entusiasmo acerca de Carolina del Norte Gamble proyecto, que nunca se convirtió en auto-apoyo y de los resultados de sus experimentos fueron anticonceptivos poor.23 En la medida en que un indigente población ha sido un blanco específico para la empresa no había esperanzas de la generación de ingresos suficientes para aliviar Gamble de la carga del pago para el proyecto indefinidamente, a menos que el propio Estado asumió la función de los costos u otros contribuyentes ricos podían encontrarse, ni de que estaba en preparación. La idea de la financiación federal para tal proyecto era absolutamente impensable en ese momento. Al final de cuatro años de funcionamiento el número de aceptantes de anticonceptivos ascendió a sólo 6220, una cifra que, no obstante, se ballyhooed por los directores del programa y partidarios. Con esos resultados limitados, Gamble terminado su financiación del proyecto y dirigió su atención a un lugar mucho más atractivo para sus empresas de Puerto Rico.
Antes de partir de Carolina del Norte, sin embargo, Gamble "trabajadores de campo [han] contribuido a la creación gubernamentales similares [anticonceptivos] servicios en Alabama, Mississippi, Georgia y Carolina del Sur." Estos estados han observa muy de cerca de Carolina del Norte y el programa de anticonceptivos estaban deseosos de seguir su hermana de conducir del estado. Al igual que en Carolina del Norte, los gastos sociales, el racismo y la eugenesia consideraciones son las principales razones detrás del estado suministrado por los servicios de control. La difusión de estos servicios, junto con la nueva "respetabilidad" que Gamble había ganado de los sistemas de control de la población y la eugenesia, fueron probablemente los más importantes legados de su empresa en Carolina del Norte.

UN LABORATORIO IDEAL PARA EL CONTROL DE LA NATALIDAD

Gamble había comenzado a trabajar en Puerto Rico a finales de 1936 cuando estalló una controversia sobre el descubrimiento de que la Administración de Reconstrucción de Puerto Rico (PRRA), un programa New Deal, se utilizan fondos públicos para la compra de dispositivos anticonceptivos y suministros para la "salud materna" clínicas En la isla. Con la anticoncepción todavía ilegal en Puerto Rico en el momento, se temía que una reacción católica en los Estados podría costar el Presidente Roosevelt de que los votos en las elecciones presidenciales del otoño. En consecuencia, se ordenó la PRRA a dejar de financiar el control de la natalidad, por lo menos hasta la elección fue de más de la Católica y voto garantizado. En el cierre reforzado Clarence Gamble, que suministra personalmente gran parte del dinero necesario.
En 1937 la legislatura de Puerto Rico, bajo fuerte presión de los Estados Unidos, aprobó una ley legalizando el control de la población tanto la anticoncepción y la esterilización. Puerto Rico, con su homogénea, la población estable de las mujeres pobres y analfabetas, siempre Gamble y de las compañías farmacéuticas de América con un "ideal" para el medio ambiente en masa ensayos clínicos de los anticonceptivos. A principios de 1938, Gamble, en su papel de Director Médico de Sanger de Control de la natalidad Investigación Clínica Mesa, visitó dos centros de control de la natalidad en la isla que estaban afiliados a la Mesa. Gamble trajo a sus anticonceptivos espumas y polvos para Puerto Rico, pero pronto se trasladó a los más sofisticados métodos como la píldora y el DIU.
Durante la década de 1950, Gamble financiado, en parte, la labor de los Dres. Gregory Pincus y John Rock, "Los Padres de la píldora." Los primeros ensayos de la píldora se llevaron a cabo en Puerto Rico, con la donación Gamble que abarca el campo y los ensayos clínicos.

Into the world at large

Gamble también en la financiación de proyectos a gran escala DIU en Puerto Rico, Corea y Chile. Cuando Gamble tenido problemas con el Consejo de Población más de los derechos de patente a ciertos tipos de DIU, su oferta fue cortada durante varios años en la década de 1960. Gamble haber respondido por sus propios dispositivos intrauterinos fabricados en Hong Kong por sólo tres y medio centavos cada uno! Finalmente, la disputa se remendados y Gamble y el Consejo reanudó su trabajo relationship.30 Al mismo tiempo, establecido desde hace mucho tiempo a través de conexiones de la familia en Asia, Gamble desarrollado un gran mercado para sus comprimidos de espuma y sal de arroz casera anticonceptivos jalea en Ceilán , Hong Kong, India, Japón, Malasia, Birmania, y Singapur. Cuando la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) inició su andadura en 1948 en las oficinas de la Sociedad de la Eugenia de Londres, Gamble fue una de las primeras contribuyente financiero. Sin embargo, cuando el jefe de la Federación de la India rama Gamble acusado de utilizar las mujeres indias como cobayas de laboratorio para sus experimentos anticonceptivos, Gamble rompió su relación con la Federación. Con el final de la Segunda Guerra Mundial, se trasladó Gamble grandes sumas de dinero en Japón, la financiación de gran parte del gobierno japonés del programa de control de la natalidad. Gamble se ha convertido en un hombre potente control de la población en todo el mundo.
En 1955 en Italia, Gamble fondos ayudó a establecer un centro de control de la natalidad en Roma Gamble, que se suministra con diafragmas y anticonceptivos jaleas. Gamble también ideado, y contribuyó esponja de goma para un nefasto de la solución de sal de anticonceptivos experimento llevado a cabo en los barrios bajos de Roma. Gamble consideró "muy emocionante tener el [control de la natalidad] Centro abierto a la sombra del Vaticano."
Con sus nuevos compromisos en todo el mundo, y debido al incremento de los conflictos con grupos como la Federación y el Consejo de Población, Gamble decidió crear su propia organización para supervisar sus muchos proyectos de control de la población. Así, en 1957 la fundación Pathfinder fue creada sin fines de lucro, exenta de impuestos familia fletado fundación en el Distrito de Columbia. Pathfinder fondos de investigación fueron rápidamente empleados en el desarrollo de la píldora y el DIU, continuando Gamble anteriores de apoyo a los proyectos. En el momento de su muerte en 1966, Gamble estuvo involucrado en el 75 estudio de campo respecto de la seguridad y eficacia del DIU. Curiosamente, el hombre obsesionado con el control de la reproducción de todos los demás, produjo cinco niños de su propio. Haber nacido en el regazo de lujo con la proverbial cuchara de plata en su boca, no era, sin duda Gamble un miembro de los que, underpriveleged clase, de manera deseada y despreciada por eliminar. Elites como Gamble podría tener todos los hijos que desea.

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