1.3. El Birth-control

Con anterioridad a la segunda Guerra Mundial en EE.UU. se elaboraron y difundieron planteamientos eugenésicos vigorosos y extremistas. En el período de entreguerras encontramos organizaciones que profesaban principios aberrantes eugenésicos y de limpieza étnica, que al socaire del control de natalidad, pretendían, más que limitar el volumen global de la población, limitar la población de determinados grupos considerados inferiores. A modo de ejemplo de este tipo de organizaciones me referiré a la The Birth Control League, que es un movimiento privado de control de la natalidad, que comenzó en USA en la segunda década del siglo XX con el fin de liberar a las mujeres norteamericanas de las consecuencias sociales e higiénicas de los nacimientos no deseados. Margaret Sanger, fundó la Liga para el Control de la Natalidad (The Birth Control League) y el boletín La Revista del Control de Natalidad ("The Birth Control Review"), siendo la pionera sobre tales asuntos. En 1916 Margaret Sanger estableció la primera clínica para el control natal en la ciudad de New York, en un área densamente poblada de inmigrantes eslavos, latinos y judíos recientemente llegados de sus países. Bajo la presidencia de la Sra. Sanger, en la Liga de Control de Natalidad, el discurso y la línea de pensamiento se alineaban a los planteamientos más extremistas de la eugenesia. No existía en su racionalidad una convicción sobre los problemas demográficos, sino una de perfeccionamiento del linaje. Sanger señalaba clara y llanamente que “el control de la natalidad debe llevar, en última instancia, a una raza mas pura”. El problema poblacional no representaba una directa preocupación, ya que promovía la idea de que todo comportamiento sexual era normal mientras lo engendrado no resultase con daño físico. Las altas tasas de natalidad eran perfectamente razonables para Sanger, aunque sólo para la “estirpe superior”, siempre que la “estirpe inferior” fuese controlada por métodos coercitivos.

“Hay solamente una respuesta a la necesidad de obtener una tasa de natalidad más alta entre los más inteligentes, y ella es pedirle primero al gobierno que nos alivie del peso de los dementes y de los débiles mentales. La respuesta para esto es la esterilización” Margaret Sanger. Birth Control Review, octubre de 1926.

Un estribillo utilizado por Sanger y sus amigos da claridad al sentido original de la frase: “Más hijos de los más aptos, menos de los ineptos, esa es la meta principal del control de la natalidad”. Para Sanger los latinos y los negros no estaban incluidos entre los “más aptos”.
Su estrategia para convencer a los no aptos, consistía en identificar a personas importantes, que pudieran mediante el discurso convencer a los de su propia raza. Para mantener a raya a las personas “no aptas”, que se rebelaran contra tal atropello, se recurriría a los emisarios de alta reputación de su misma raza. Para Margaret Sanger, el éxito de su plan dependía del reclutamiento de individuos influyentes de la raza “no apta”.

“El acercamiento educativo más exitoso con los negros es a través de un estímulo religioso. No queremos que se sepa que nos proponemos exterminar la población negra, por lo tanto, el ministro del culto es la persona que puede corregir esa impresión si alguna vez se le ocurre a alguno de sus más rebeldes feligreses”.Margaret Sanger en una carta de Clarence Gamble, 1939

El control de la natalidad como pantalla, comenzó a difundirse como un medio coercitivo que permitiera instrumentar formas de evitar la procreación de individuos indeseables. En su libro titulado El giro de la civilización (The Pivot of Civilization) compila los ataques más enérgicos sobre las consecuencias del proteccionismo filantrópico respecto de la maternidad en las familias pobres:

“Esas organizaciones rápidas, complejas, interrelacionadas, destinadas a controlar y disminuir la propagación de la miseria, la indigencia y todos los males amenazantes que surgen de esta tierra siniestramente fértil, son los signos más evidentes de que nuestra civilización ha creado, está creando y está constantemente perpetuando mayores cantidades de anormales, delincuentes y dependientes. Mi crítica, por lo tanto, no está dirigida al fracaso de la filantropía, sino más bien, a su éxito. El cuidado a la maternidad de mujeres pobres es el acto filantrópico más insidioso e injurioso.
El aumento de la clase trabajadora debe regularse, ya que se compone de imbéciles benignos, que alientan los elementos defectuosos y enfermizos de la humanidad mediante su irresponsable enjambrar y engendrar. Tenemos que eliminar la ‘maleza humana, segregar a los imbéciles, desajustados y mal ajustados y esterilizar a las "razas genéticamente inferiores”. Margaret Sanger. (1922) The pivot of civilation, New York.

Además, desvela en su discurso una preocupación de perder la hegemonía a causa de la raza de linaje inferior. Sanger veía a los pobres como una verdadera amenaza al poder político y económico de los protestantes anglosajones y blancos, en razón de la superioridad numérica de los inmigrantes eslavos, latinos y hebreos.

“Los filántropos que proporcionan cuidados gratis de maternidad estimulan a los segmentos más sanos y normales del mundo a soportar la carga de la fecundidad irreflexiva e indiscriminada de los demás: lo que trae consigo... un peso muerto de desperdicio humano; en lugar de disminuir y dedicarse a eliminar las estirpes que más perjudican el futuro de la raza y del mundo, tienden a volverlas dominantes en un grado amenazador”.
Sanger fue excesivamente diligente en su oposición a que se brindara apoyo a los minusválidos y consideraba que eran una carga para la sociedad. Por ello dijo: “Los recursos que deberían ser utilizados para elevar el nivel de nuestra civilización, se utilizan para mantener a aquellos que nunca debieron haber nacido”. Margaret Sanger, Birth Control Review, octubre de 1923.
Dentro de este planteamiento eugenésico, las soluciones para erradicar el verdadero problema, no el problema del crecimiento de la población sino de la supremacía de la estirpe superior (la élite, los intelectuales, la raza superior, es decir, los aptos) contra la estirpe inferior (los pobres, trabajadores, minusválidos, débiles, delincuentes, negros, latinos, es decir, los no aptos), propone el infanticidio, la esterilización y/o la segregación. Se manifestó en toda su plenitud cuando escribió estas terribles palabras: “El mayor acto de misericordia que una familia numerosa puede hacerle a uno de sus pequeños miembros es matarlo”. Sanger, promovió abiertamente la ideología de los nazis de separar a los “mentalmente débiles, inadaptados y desajustados”. Exigió que se esterilizara a las “razas inferiores” y, al igual que los nazis, predicó la necesidad de poner a la “raza disgenética” en campos de concentración:
“Ofrézcasele a los grupos con problemas genéticos de nuestra población, que escojan ser segregados o esterilizados”. Además, Sanger proponía un Código del Bebé Estadounidense, que incluía los siguientes postulados: Artículo 4 “Ninguna mujer deberá tener el derecho a procrear un niño, ningún hombre deberá tener el derecho a convertirse en padre, sin un permiso de paternidad...” Artículo 6 “Ningún permiso de paternidad será válido para más de un nacimiento.”
El horror que suscitaron los programas de los nazis para eliminar a los judíos y a otros segmentos de la población que ellos consideraban “mentalmente débiles”, produjo también el rechazo popular de los programas eugenésicos e hizo que Sanger cambiara la estrategia y en 1942 cambiara también el nombre de su organización, surgiendo la Federación de Paternidad Planificada de los Estados Unidos o PPFA (Planned Parenthood Federation of America), a la que ya me he referido anteriormente y que protagoniza en buena parte los programas que en Latinoamérica se dedican al control de la natalidad.

  ©Template by Dicas Blogger.